Deformación Pooooooofesional

Anita - Una loca por la vida

Eohhhhh!!!!, Hay alguien ahí????

¿Vosotros tenéis claro la respuesta a la pregunta de en qué trabajas???? Yo, la verdad, siempre temo ese momento, y no es porque no trabaje…..doy fe que lo hago, sino porque es muy difícil explicar todo lo que hago. Solo os diré que una de las actividades en las que estoy involucrada es la Organización de Eventos. Cuando dices eso, la gente te mira con otra cara, vamos, te ve rodeada de glamour y sensaciones fuertes. Je, je, je!!!

Lo que realmente ocurre es que tú estás trabajando mientras otros se están divirtiendo. Intentas no mover los piececitos cuando oyes esa canción que tanto te gusta, te mueres por tomarte un copazo, y lo único que te llevas a la boca es un mísero vaso de agua, eso si, con mucho hielo y sobre todo, acabas a las seis de la mañana, igual que todos los borrachos de la boda, pero sobria y con un dolor de pies, que no tiene nada que ver con calzar unos taconazos superestupendos y moverlos durante horas. Así que cuando alguien te invita a una boda, un mundo de emociones se abre ante tus ojos…Por fin, esta vez me toca a mi DI-VER-TIR-ME. 

Sara e Iñigo se casaron el sábado, 21 de mayo, a la una de la tarde, y allí estaba yo. Tengo que deciros que ha sido una de las ceremonias más bonitas, a las que he asistido en mi vida. Madre mía, que despliegue de sentimientos y emociones….allí acabó llorando hasta el apuntador. Y el vestido de la novia, era todo un espectáculo.

Pero a lo que íbamos, lo importante de todo esto es que ahora las cosas ya no las veo con los mismos ojossssssss. Voy a una boda y estoy comparando cómo lo hacemos nosotros, cómo lo hacen ellos, y fíjate tú esto, y fíjate tú lo de más allá. Debo decir que todo estuvo muy bien pero pude darme cuenta que nosotros, y cuando digo nosotros, me refiero al equipo que trabajamos en la organización de los eventos, no solo somos buenos, sino excelentes. Nuestro nivel de exigencia y toque de distinción, hace, desde mi punto de vista, que seamos únicos.

Conclusión, a veces hace falta ver el trabajo que hacen los demás para darte cuenta lo bien que lo haces tú.

¡¡¡Hasta la próxima!!!!

Mil besos

Anita

P.D: Bailé desde el principio hasta el final, como no podía ser de otra forma, me tomé más de un copazo y acabé con los pies reventados, esta vez, si, por calzar mis taconazos durante horas. ¡¡¡¡Qué locura!!!!