Este espacio pretende ser un blog en el que 7 personas compartirán sus experiencias personales, sus miedos e ilusiones y cualquier cosa que se les pase por la cabeza con total libertad.
La vida es complicada, ser feliz, cuidarse, tener hijos es toda una aventura. 7 experiencias anónimas para reflexionar, reír, aprender o discrepar. Nosotros os ponemos el foro, vosotros la magia de compartir vuestras inquietudes.

26 de junio de 2012

La Eurocopa con mis pequeñas: toda una aventura


Marcos - Entre faldas y a lo loco

Gooooooool! Así comienza mi historia de hoy. Todavía recuerdo la cara de mi hija de 3 años la primera vez que me vio sobresaltado celebrando que había marcado el Real Madrid. Alucinada, y con los ojos como platos al ver a su tranquilo padre gritando como un poseso, le preguntó a su madre: ¿qué le pasa a papi, mamá? Tras lo cual, tuve que dedicar toda la segunda parte del partido a explicarle que esa era la forma en la que papá se ponía contento cuando un hombre vestido de blanco metía la pelota en la portería de los jugadores vestidos de otro color. Ese fue el principio de mi larga carrera para compartir con mis hijas una afición, el fútbol, ¿por qué no? Es un deporte que cada vez gusta a más mujeres… ¿les gustará a mis hijas? La verdad es que todavía no lo tengo claro…
Y para muestra un botón, como dice el refrán. Hace mucho tiempo que trabajo la idea de captar su interés hacia este juego. Es más, los Reyes Magos, muy sabios ellos, trajeron a mis hijas unas zapatillas multi-tacos como las de sus primos y la primera en la frente: “Papá, papá, los Reyes me han traído unas zapatillas rosas con muchos taconcitos para mi disfraz de princesa…” y yo pensando (caerá en ello Cristiano Ronaldo cada vez se coloca sus Nike fucsias como las de mis hijas…), “no hija, son para jugar al fútbol en el jardín”, contesto yo todo convencido, y ella responde: “pero así se van a manchar y estropear”, así que pensé que todavía eran muy pequeñas para seguir insistiendo.
Pero ya son un poco más mayores y con la Eurocopa creía que iba a ser diferente. Y parecía que todo iba bien hasta que en el España – Francia, tras el primer golazo de Xabi Alonso, mi hija me suelta: “¡Papá no te pongas contento que han marcado los de rojo y nuestro equipo es el de blanco, el Real Madrid!”, “no hija es que ahora somos España…”. “¿Papá pero es que ya no somos del Madrid?”. Así que, por ahora desisto… Ya no puedo más… Aunque menos mal que todavía me consuela, mientras me tomo una cervecita, el ver el gran anuncio de Mahou en el que un padre de 5 hijas celebra con todas ellas un sentimiento, el de una familia unida celebrando un partido de la selección… De la esperanza también se vive… Hasta la próxima…
Y que gane España ;-)

4 de junio de 2012

El súper poder de la multitarea


Marcos - Entre faldas y a lo loco

En mi casa somos, como ya todos sabéis, mi mujer, mis dos hijas y yo. Pero convivimos siete cerebros. Habéis leído bien, dos por cada una de las féminas de mi familia y el simple e impar del que suscribe… Que ¿por qué digo esto? Muy sencillo, se resume en una palabra: multitarea. 
Es duro aceptar la falta de capacidad que tengo para hacer lo mismo que ellas, pero voy a ser valiente y ponerlo sobre la mesa.
  • ¡Cariño! ¿puedes vigilar a las niñas mientras me ducho? - comenta mi mujer.
  • Ahora mismo no, estoy mandando un mail importante de trabajo.
  • ¿Y qué? ¡pero si tienes un portátil!
  • Ya pero tengo que pensar lo que pongo…
  • ¿Y mientras piensas no puedes controlar a las peques?
  • Me encantaría pero no… (Soy incapaz de hacer dos cosas a la vez, pienso y, a la vez, me siento inútil)
Mientras, en la habitación de al lado, mis hijas de 2 y 3 años, juegan con sus muñecas con la televisión encendida siguiendo los consejos de Mickey Mouse. Hablan entre ellas y se ríen. Se acerca la mayor y me pregunta: papi ¿no nos puedes cuidar porque estás trabajando? Si, claro, yo siempre os cuido… ¿y por qué le dices a mamá que no puedes? 
¡Es imposible! Me digo a mi mismo, como puede ser que mientras miraba los dibujos y jugaba con su hermana también escuchaba mi conversación con su madre… Las mujeres no de dejan de sorprenderme.
Mi mujer es capaz de preparar la cena mientras ayuda a las niñas a colorear un dibujo y, a su vez, sigue la serie Bones que ponen en la tele sin perder detalle. Es ahí cuando yo, en un intento por situarme al mismo nivel, comento “La asesina es la de la cafetería” y ella me responde “de eso nada, ¿no has visto que esa es la hermana desaparecida de la víctima?”… Dios, ¡que difícil resulta luchar contra la propia naturaleza!
Los hombres hacemos una sola cosa a la vez, o por lo menos la mayoría de todos nosotros. Así que en mi convivencia con las mujeres he descubierto que debo resignarme a aceptar que esto es una realidad e intentar destacar en otras cosas… como, por ejemplo, la interpretación de mapas o la programación de aparatos tecnológicos. Mi mujer es incapaz. Ese es mi fuerte, aunque averiguaré si es así o simplemente se hace la tonta para que lo haga yo ;-) Seguiré investigando…¡Hasta la próxima!

20 de mayo de 2012

Llueve


Carmen - Y al quinto descansé

Hoy está lloviendo, que pena!!!! Íbamos a ir a pasar el día al campo y se nos ha chafado el plan. Anoche lo dejé todo preparado para un pick-nic perfecto y ahora me veo aquí “colgada” con todo. Tranquilos, no pasa nada, soy una mujer de recursos y algo se me ocurrirá….. Ahora no puedo decirle a la tropa que como nos quedamos en casa tienen que jugar tranquilos, hacer deberes….. así que ya lo tengo!!!! Nos vestiremos igual que si nos fuéramos al campo (entre otras cosas porque lo dejé ya preparado la noche anterior para tardar menos en salir) y nos iremos a pasar el día al campo donde no llueve: EL SALON DE CASA. 



Haremos el pick-nic en el salón de casa: hoy este es el campo!!!! Cuando les explico el plan a los niños durante el desayuno me miran con una cara un poco rara, en silencio. De repente número tres me interrumpe y pregunta: Mamá, ¿que tal has dormido esta noche? ¿has descansado? ¿Te encuentras bien? – Me quedo en silencio y pienso rápidamente: Normal, mis hijos piensan que me he vuelto loca…. Pues no!!!! No me he vuelto loca, así que lo que tenéis que hacer es ayudarme a retirar todos los muebles para dejar el salón lo mas diáfano posible y que podamos pasar un buen día de campo.  Número dos dice: Mamá la idea es buena, pero el salón es el salón… no hay flores, no hay árboles, no hay hormigas ni pájaros…. Tranquilos chicos, no hay problema, tenemos cartulinas, rotus, tijeras, plastilina, pegamento….? Pues vamos a hacer el campo que a nosotros nos guste!!!!! Número uno: hará las flores con cartulina y pequeños duendes, número dos: hormiguitas, mariquitas, pajaritos con plastilina, número tres: dibujará árboles y arbustos, número cuatro: hará lo que quiera (que es lo que hace siempre….) y número cinco……. solo tiene un año así que Aspitos y a mirar!!!! A medida que iba organizando el plan (que se me ocurrió sobre la marcha) las caras de los niños se iluminaban, supongo que imaginándose como sería el campo perfecto. Bien pues el resultado fue genial, pasamos toda la mañana “organizando” nuestro campo en el salón de casa y después comimos todo lo que tenía preparado en el suelo del salón, pusimos el mantel y convertimos el día de lluvia en un estupendo día en el campo.  Un poco de lío si, confieso. Pero por otra parte, estuvo fenomenal que número cinco durmiera la siesta en su cuna y ni que decir tiene lo estupendo de pasar un día en el campo ¡con aseos como los de casa!  Jejeje

17 de abril de 2012

Un daltónico voluntario entre mujeres

Marcos - Entre faldas y a lo loco


Tras muchos días sin escribir, sin excusas pero con la conciencia tranquila de saber que el tiempo es un bien escaso como trabajador y padre de dos hijas, hoy voy a destacar un súper poder de la mujer inexistente en el hombre: su capacidad de percibir e identificar millones de colores con sus respectivos nombres. Si, y no exagero, donde los hombres identificamos un rojo, las mujeres perciben el burdeos, el granate, el color vino, el fresa (toma ya), el rojo sangre…
Y ¿por qué os cuento esto? Pues porque ser un hombre entre 3 mujeres vuelve loco a cualquiera y si no, preguntarle a mi mujer. La misma que se ríe de mi cuando tras vestir a mi hija pequeña se parte de risa valorando la combinación de prendas y colores que, a mi juicio, combinan mejor.
Pero es que ¡maldita sea! ¿por qué los niños de hoy en día no visten todos de azul y la niñas de rosa? ¡Qué pasa que el príncipe del cuento ya no es azul sino verde agua y la princesa en lugar de rosa es color maquillaje o nude! (presiento que este último comentario es un poco blandito pero es lo que tiene hacerse un experto en gamas cromáticas).
Pues al caso, que mi mujer viste a mis hijas a la última moda y eso significa que las reinas de la casa tienen ropa en grises, negros, granates, colores tierra, lilas, topos, etc… Y como comprenderéis los mundanos en estos temas, es realmente difícil aprender a combinarlos unos con otros… (Si por algo quería yo un niño con sus polos rojos, azules y blancos y sus chinos beige y marino…)
¡Pero eso no es todo! Nos falta el protocolo. ¿Sabíais que los zapatos se ponen del mismo color que la chaquetita y el lazo de la cabeza? ¿qué los leotardos si no son exactamente del mismo color que el resto es mejor buscar otro color que contraste o que hay colores de verano y de invierno? Si chicos, esa es la realidad… son complicadas desde que nacen ¡no hay remedio!
Por el momento, y en mi complicado y arduo aprendizaje del mundo femenino, me declaro oficialmente DALTÓNICO VOLUNTARIO y padre a la fuga del compromiso de la vestimenta de mis hijas… Al fin y al cabo, la belleza está en los ojos del que mira y para mi, mis peques, están guapas en cualquier color…
Seguiré aprendiendo… 

29 de febrero de 2012

Watsu el borrador de malos rollos

Laura - Lo que hay que hacer para conseguir novio

Hace mucho que nos os escribo, ¡ya lo sé!. Pido perdón. ¡Jo como sois!
La verdad que mi vida es un no parar.
Como todos los años por estas fechas empiezo a pensar en cuidarme, este cuerpecito que ¡Mis padres y la naturaleza me han dado!

Por primera vez he asistido a una clase de  WATSU (es la unión de dos palabras: Water (agua) y Shiatsu (milenaria técnica japonesa que apoya procesos de sanación), es decir Shiatsu en el agua. Al principio me sonó a JAPONES, pero en cuanto me sumergí en el agua, y me pusieron los manguitos en la piernas, me sonó a gloria.

¡Que gozada! Te dan una especie de masaje, estiramientos …. en el agua. La verdad me sentí levitar, es tal la relajación que os podría decir que en muchos momentos no tenía ni idea de la postura en la estaba.

Te hace un chequeo completo tanto de los órganos externos, de los internos, como de obsesiones, preocupaciones etc., yo FLIPABA. Cuando acabo la clase y me empezó hablar, parecía que le había contado mis mayores problemas.

No sé que mas os puedo decir para que lo probéis, pero me parece una técnica maravillosa para los tiempos que corren, en los que no paramos.

Miles de besos

29 de enero de 2012

Copito de Nieve

Curra - Casi 40 y buscando Bebé


La segunda beta de noviembre por desgracia confirmo los peores pronósticos: había estado embarazada pero se había interrumpido todo. Las Navidades, a pesar del desánimo, fueron buenas porque aquellos que te quieren no te permiten caer jamás en la tristeza y entre los conocidos y la familia empezó a crecer una idea: Copito de nieve era el elegido. 

En mi segundo ciclo de fecundación invitro un embrión había sobrevivido contra todo pronóstico 6 días de desarrollo y lo habían congelado. Entre risas y bromas se me había ocurrido llamarle así y  ahora todos los que me animaban apostaban por el. 
Mi médico me tuvo en reposo un mes tras el que comencé un tratamiento para la maduración de mi útero el día 25 de diciembre. La buena noticia era que en este intento no tendría que volver a pincharme, la mala que todo nos lo jugábamos a una única carta. 

Cuando pasaron los días de Reyes, fui a una revisión y programamos el transfer para el día 16 de enero. Mi embrión había comenzado a vivir el 29 de octubre y había dormido en la nevera un mes y medio. Ahora iban a despertarle y en el proceso cabía la posibilidad de que no lo consiguiera. A las 11:45am del lunes 16 nos llamaron para decirnos que todo había ido bien y que fuéramos corriendo para la transferencia. 
Esta era la primera vez que me transferían un embrión tan grande. En el primer y segundo intento habíamos tenido siempre dos embriones de 3 días y esta vez era uno sólo pero de 6. Lo que más ilusión me hacía era que en vez de tener que esperar 15 días para poder saber el resultado sólo tenía que esperar 9 puesto que copito era mayor!!! el 25 de enero de 2012 recibí la llamada del laboratorio:

  • Enhorabuena, estás embarazada.

    16 de enero de 2012

    El primer pañal de mi hija: todo un reto

    Marcos - Entre faldas y a lo loco


    El primer día del resto de mi vida comenzó cuando Martina nació. Tras 16 horas de parto en el hospital y 35 horas sin dormir… (porque el momento del parto no se elige, pero mi mujer ha tenido la “suerte” de empezar con las contracciones a horas tan interesantes como las 11 o 12 de la noche), por fin pude coger a mi hija en brazos. Y fue entonces cuando me di cuenta que ese era el instante en el que toda mi vida cambiaba… Era preciosa, tranquila e ¡indefensa!, ¡dependía de mi! (y muy a su pesar, ya que desde aquel día han pasado los años, sigo pensando igual…)
    Subimos a la habitación hacia las 9 de la noche y, al poquito, ya estábamos solos: mi mujer (agotada la pobre después de “la batalla”), la niña (buenísima y dormidita) y yo. Y llegó mi primera gran experiencia como padre… ¡La niña llora!, ¿qué le pasará? ¿tendrá hambre?, no. A lo mejor se ha hecho caca… pensamos… (bueno piensa su madre) y ¡tachan! Pues sí…
    No pasa nada cariño, ya la cambio yo… (pues los hombres de hoy participamos igual en todo… y quien no piense así no se merece ser padre) pero… ¡Increíble! Cuando quité aquel pañal me quedé sin palabras… (Seguro que retirar el chapapote de la costa gallega fue más fácil, era el meconio). Necesité unos segundos antes de empezar… (de arriba a abajo, de abajo a arriba, en cualquier dirección… tengo que comentar que hasta ese día todos los pañales que había cambiado en mi vida eran los de mis cuatro sobrinos chicos a los que la fisonomía ayuda bastante en este proceso…) Pero mi mujer, gracias a Dios, me sacó de dudas: “De delante hacia atrás…” y ¡listo! Menudo record… 20 minutos para cambiar un pañal… (ahora cuando lo pienso me río… porque los he llegado a cambiar en 30 segundos y hasta con la niña de pié).
    Cuando terminé la niña sonrió… Todavía sigo pensando que se burlaba de mi inexperiencia, ¿o sería que ya notó que los momentos más graciosos y ridículos de mi vida iban a ser por mi papel de hombre entre chicas? Lo iremos descubriendo juntos…