Este espacio pretende ser un blog en el que 7 personas compartirán sus experiencias personales, sus miedos e ilusiones y cualquier cosa que se les pase por la cabeza con total libertad.
La vida es complicada, ser feliz, cuidarse, tener hijos es toda una aventura. 7 experiencias anónimas para reflexionar, reír, aprender o discrepar. Nosotros os ponemos el foro, vosotros la magia de compartir vuestras inquietudes.

29 de enero de 2012

Copito de Nieve

Curra - Casi 40 y buscando Bebé


La segunda beta de noviembre por desgracia confirmo los peores pronósticos: había estado embarazada pero se había interrumpido todo. Las Navidades, a pesar del desánimo, fueron buenas porque aquellos que te quieren no te permiten caer jamás en la tristeza y entre los conocidos y la familia empezó a crecer una idea: Copito de nieve era el elegido. 

En mi segundo ciclo de fecundación invitro un embrión había sobrevivido contra todo pronóstico 6 días de desarrollo y lo habían congelado. Entre risas y bromas se me había ocurrido llamarle así y  ahora todos los que me animaban apostaban por el. 
Mi médico me tuvo en reposo un mes tras el que comencé un tratamiento para la maduración de mi útero el día 25 de diciembre. La buena noticia era que en este intento no tendría que volver a pincharme, la mala que todo nos lo jugábamos a una única carta. 

Cuando pasaron los días de Reyes, fui a una revisión y programamos el transfer para el día 16 de enero. Mi embrión había comenzado a vivir el 29 de octubre y había dormido en la nevera un mes y medio. Ahora iban a despertarle y en el proceso cabía la posibilidad de que no lo consiguiera. A las 11:45am del lunes 16 nos llamaron para decirnos que todo había ido bien y que fuéramos corriendo para la transferencia. 
Esta era la primera vez que me transferían un embrión tan grande. En el primer y segundo intento habíamos tenido siempre dos embriones de 3 días y esta vez era uno sólo pero de 6. Lo que más ilusión me hacía era que en vez de tener que esperar 15 días para poder saber el resultado sólo tenía que esperar 9 puesto que copito era mayor!!! el 25 de enero de 2012 recibí la llamada del laboratorio:

  • Enhorabuena, estás embarazada.

    16 de enero de 2012

    El primer pañal de mi hija: todo un reto

    Marcos - Entre faldas y a lo loco


    El primer día del resto de mi vida comenzó cuando Martina nació. Tras 16 horas de parto en el hospital y 35 horas sin dormir… (porque el momento del parto no se elige, pero mi mujer ha tenido la “suerte” de empezar con las contracciones a horas tan interesantes como las 11 o 12 de la noche), por fin pude coger a mi hija en brazos. Y fue entonces cuando me di cuenta que ese era el instante en el que toda mi vida cambiaba… Era preciosa, tranquila e ¡indefensa!, ¡dependía de mi! (y muy a su pesar, ya que desde aquel día han pasado los años, sigo pensando igual…)
    Subimos a la habitación hacia las 9 de la noche y, al poquito, ya estábamos solos: mi mujer (agotada la pobre después de “la batalla”), la niña (buenísima y dormidita) y yo. Y llegó mi primera gran experiencia como padre… ¡La niña llora!, ¿qué le pasará? ¿tendrá hambre?, no. A lo mejor se ha hecho caca… pensamos… (bueno piensa su madre) y ¡tachan! Pues sí…
    No pasa nada cariño, ya la cambio yo… (pues los hombres de hoy participamos igual en todo… y quien no piense así no se merece ser padre) pero… ¡Increíble! Cuando quité aquel pañal me quedé sin palabras… (Seguro que retirar el chapapote de la costa gallega fue más fácil, era el meconio). Necesité unos segundos antes de empezar… (de arriba a abajo, de abajo a arriba, en cualquier dirección… tengo que comentar que hasta ese día todos los pañales que había cambiado en mi vida eran los de mis cuatro sobrinos chicos a los que la fisonomía ayuda bastante en este proceso…) Pero mi mujer, gracias a Dios, me sacó de dudas: “De delante hacia atrás…” y ¡listo! Menudo record… 20 minutos para cambiar un pañal… (ahora cuando lo pienso me río… porque los he llegado a cambiar en 30 segundos y hasta con la niña de pié).
    Cuando terminé la niña sonrió… Todavía sigo pensando que se burlaba de mi inexperiencia, ¿o sería que ya notó que los momentos más graciosos y ridículos de mi vida iban a ser por mi papel de hombre entre chicas? Lo iremos descubriendo juntos…