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| Y al quinto descansé |
Cuando era pequeña me gustaban mucho los niños y me encantaba cuidarlos y jugar con ellos. Hice mis primeras prácticas con mi hermana 7 años menor que yo (menos mal que ella no se acuerda), y mi primer trabajo remunerado fue de canguro. Me encantaba toda esa ropa diminuta muy similar a la de los muñecos y todo lo relacionado con ese pequeño y maravilloso mundo del bebé. Bueno confieso que todo menos el capítulo pañal, resultaba muy divertido cambiárselo a los muñecos porque aunque estuvieran mojados aquel líquido era agua y las caquitas imaginarias, además no tenían color ni olor. Recuerdo con nostalgia mi primer Nenuco y como olvidar a Baby Mocosete, hacían lo que yo quería y cuando yo quería. De esa etapa no tengo el recuerdo de una mala noche o esa preocupación de no saber lo que le pasa cuando llora, era tan fácil…. podías decidir todo en cada momento: ahora tiene frío, ahora tiene hambre, se quiere bañar y cuando sentías un poco de estrés, pues le dejabas durmiendo una semana y el tan feliz. Tampoco se me olvidará lo divertido que era prepararle sus papillas, menudos mejunjes les preparaba!, yo ni me atrevía a probarlos y me veía obligada a utilizar a mi hermana para que aquello pasara el control de calidad (a ella nunca le gustaba pero a mis bebés si).
Lo que siempre soñé es que algún día tendría mis propios hijos. Así que todo empezó hace 8 años cuando nació el primero y al quinto descansé, continuará……
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