¿Os suenan estas frases?
Es lo que me suele decir mi mujer cuando trato de ayudar en tareas de la casa. En un principio puede parecer que el único objetivo de tu mujer es que vayas a jugar con los niños, que sin duda también lo es, pero en realidad el objetivo inmediato es otro: "vete de aquí que me estás molestando."
Mientras que vas en busca de los niños, uno piensa: "ella se lo pierde, en realidad no me apetecía, voy a controlar a los niños que andarán haciendo quién sabe qué...menos mal que somos dos en casa para poder repartirnos las responsabilidades.".
Lo que uno no sabe es que tu mujer sabe perfectamente lo que están haciendo los niños en cada momento. De hecho, si estuviera preocupada por algo, no delegaría.
Es entonces cuando, muy cansado tras una dura jornada de trabajo, que tu mujer ha tenido igual, pero a la que no parece haberle cansado lo mas mínimo, y algo desorientado por la indefinición de tu papel en tu propia casa, decides refugiarte en alguna actividad propia.
Pensando en la situación, os hago las siguiente reflexión:
Cuando los hombres decimos, con la boca pequeña, que en nuestra casa manda nuestra mujer, es cierto (....además, lo hacen sin que se note, lo que todavía tiene más mérito). Están infinitamente más capacitadas que nosotros desde todo punto de vista.
No quiero decir que nosotros no podamos ponernos a su altura, pero es tal el esfuerzo que nos supondría que creo que es una misión casi imposible.
Creo que la mejor opción es asumirlo con deportividad y colaborar en todo lo que se pueda para que nuestra empresa más importante, nuestra familia, funcione lo mejor posible...y quizás, de vez en cuando, aprovechar las ventajas que la situación ofrece.
Nos vemos en breve para tratar un tema que espero sea de vuestro interés: Educación sexual. Eso si que puede poner a un padre en apuros.
Hasta pronto.
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