Este espacio pretende ser un blog en el que 7 personas compartirán sus experiencias personales, sus miedos e ilusiones y cualquier cosa que se les pase por la cabeza con total libertad.
La vida es complicada, ser feliz, cuidarse, tener hijos es toda una aventura. 7 experiencias anónimas para reflexionar, reír, aprender o discrepar. Nosotros os ponemos el foro, vosotros la magia de compartir vuestras inquietudes.

12 de junio de 2011

Test de Fertilidad: suspendidos!

Suspendidos!!!
Curra - Casi 40 y buscando bebé


Sin duda, esa tarde en el ginecólogo podía cambiar nuestras vidas. Después de recoger los análisis de mi marido del laboratorio nos dirigimos a la consulta con la incertidumbre de lo que nos iban a contar. Sobre la mesa del doctor, dos expedientes con nuestros nombres eran analizados en silencio. Creo que no recordaba estar tan nerviosa desde hacía mucho. Finalmente, mi ginecólogo levantó la mirada y mientras se recostaba en el sillón dijo sencillamente:


- Bueno... estáis regular, tirando a mal.


No era una frase extremadamente alarmista, pero a mí me dieron ganas de salir corriendo hacia la puerta. (Lo sabía, lo sabía...) me repetía mentalmente, haciendo cierta una intuición mía que desde niña siempre me ha rondado. Me va a costar mucho ser madre. Lo sabía...
Creo que cuando te enfrentas al tema de la maternidad, todos nos volvemos un tanto supersticiosos. Vemos señales en todos los lados, creemos en las leyendas y los dichos de abuelas y todo se nos hace un mundo. Ese día mi mente empezó a elucubrar teorías absurdas y tuve que llamarme a mí misma al orden. Mi marido, por el contrarío, parecía tener todo controlado. Escuchaba atentamente las explicaciones del médico y demostraba un optimismo inexplicable. 
El resumen de la situación era: yo (como ya os conté hace un mes) estaba desorganizada y cuando ovulaba mi útero no estaba preparado y viceversa. Mi marido, a pesar de tener ya una preciosa hija de 18 y un hijo de 16 de un matrimonio anterior, no pasaba el test de fertilidad. Su estrés, su edad... todo "necesita mejorar". Esta circunstancia que en sí misma tenía varias formas de solución tenía un gran obstáculo. Ineludible y definitivo: mi edad.


- Si no tuvieras la edad que tienes, podríamos probar varios tratamientos - me dijo mi ginecólogo- Podríamos tratar tus hormonas, mejorar la situación del futuro padre... pero yo no me arriesgaría e iría a lo más seguro. 


Dejando a un lado la deprimente sensación de sentirme la mujer más vieja del planeta por un segundo, me recompuse y acerté a preguntar cual sería el paso más lógico. A lo que me contestó sin dudarlo:


- Fecundación in vitro. 


Y en ese momento se esfumaron todas mis ilusiones de vivir mi embarazo como algo maravillosamente espontáneo. Tendré que aprender a dejar aparte mi romanticismo y concentrarme en lo práctico. En este mundo que vivimos -pienso- tal vez no me sea tan complicado. Una cita más para el Ipad; entre la reunión de trabajo de un lunes y el almuerzo del martes, una entrada que dirá: esta tarde me implantan a mi futuro hij@







1 comentario:

  1. Querida Curra...
    Lo maravilloso de la fecundación in vitro es que sabrás el día exacto de la fecundación del futuro "sapito/sapita" y que las posibilidades de que nazca sano serán mayores que a través de un embarazo concebido de forma tradicional. Por favor... no dejes de tenernos informados del proceso y de tus propias sensaciones. Me estoy volviendo adicta a tus escritos. Un enorme beso. Morticia... "olmo#10"

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